El lado ecológico del alcornoque
Según los estudios, los alcornoques existen desde hace unos 60 millones de años, y un árbol puede llegar a los 250 años. La presencia de estos árboles de hoja caduca, tanto en forma de bosques naturales como de plantaciones, se da únicamente en la región mediterránea occidental, sobre todo en Portugal.
La primera ""saca"" de la corteza se produce cuando el árbol tiene unos 25 años. Para la utilización en cosmética, incluso se espera hasta los 43 años, puesto que el corcho más antiguo presenta un mayor contenido de nutrientes. A partir de este momento, es posible extraer la corteza cada nueve años durante aproximadamente un siglo y medio. Esto garantiza una calidad excelente y una producción sostenible.
Los bosques de alcornoques constituyen un ecosistema característico preferido por muchas especies animales y también presentan una enorme capacidad de absorción de CO2. Además, el corcho es pirorretardante, por lo que los bosques de alcornoque actúan como protección natural antiincendios y contribuyen a la protección del suelo mediante la regulación del balance hídrico.
Según los estudios, los alcornoques existen desde hace unos 60 millones de años, y un árbol puede llegar a los 250 años. La presencia de estos árboles de hoja caduca, tanto en forma de bosques naturales como de plantaciones, se da únicamente en la región mediterránea occidental, sobre todo en Portugal.
La primera ""saca"" de la corteza se produce cuando el árbol tiene unos 25 años. Para la utilización en cosmética, incluso se espera hasta los 43 años, puesto que el corcho más antiguo presenta un mayor contenido de nutrientes. A partir de este momento, es posible extraer la corteza cada nueve años durante aproximadamente un siglo y medio. Esto garantiza una calidad excelente y una producción sostenible.
Los bosques de alcornoques constituyen un ecosistema característico preferido por muchas especies animales y también presentan una enorme capacidad de absorción de CO2. Además, el corcho es pirorretardante, por lo que los bosques de alcornoque actúan como protección natural antiincendios y contribuyen a la protección del suelo mediante la regulación del balance hídrico.